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La introducción de la microfinanciación islámica en África: el caso nigeriano

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La introducción de la microfinanciación

islámica en África: el caso nigeriano

Hasan, Zubair

International Centre for Education in Islamic Finance (INCEIF),

Malaysia

1 July 2008

Online at

https://mpra.ub.uni-muenchen.de/9522/

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Por Dr. Zubair Hasan, profesor en el International Centre for Education in Islamic Financei

e los principales problemas a los que el mundo se enfrenta desde hace tiempo, los más acuciantes son la pobreza generalizada y el aumento de las desigualdades en la distribución de la renta y la riqueza, tanto dentro de las naciones como entre ellas. Una de las principales causas de esta creciente enfermedad es la falta de recursos de los que más los necesitan: los pobres. Los proveedores formales de servicios finan-cieros, especialmente los bancos, no han sabido estar a la altura de la ocasión. La respuesta tuvo que llegar finalmente de proyectos no convencionales de microfinanciación.ii Hoy en día,

hay más de 7.000 organizaciones de microfinanzas que proporcionan préstamos a más de 25 millones de personas pobres en todo el mundo. El Fondo de las Naciones Unidas para el Desarrollo de la Capitalización declaró 2005 como el año del microcrédito. El éxito del Grameen (aldea) Bank de Bangladesh creó la esperanza y puso de manifiesto, en términos prácticos, hasta qué punto el destino de las masas sumidas en la pobreza podría ser mejorado. Que el profesor Muhammad Yunus, el innovador del modelo, obtuviera el Premio Nobel, no de economía sino de promoción de la paz, da un claro sentido y significado a la empresa.

La pobreza, el hambre y las enfermedades proliferan en la mayoría de los países africanos. Nigeria no es una excepción. A pesar de que el país tiene recursos petrolíferos y a pesar del fuerte aumento de los precios del crudo, que casi se triplicó en los últimos dos años, la mayoría de la gente común no ha visto

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mejorada su situación: el 70% de los 140 millones de habitantes vive por debajo del umbral de la pobreza y el nivel de consumo del primer 10% es de, aproximadamente, 17 veces el del 10% en la parte inferior. La mayoría de los pobres vive en zonas rurales y depende de una agricultura atrasada. El reciente aumento en la escasez de alimentos y los precios está empeorando su estado aún más. Para colmo, el desempleo es actualmente del 5% y amenaza con aumentar.

Evolución de las microfinanzas en Nigeria

Entre las medidas para mejorar la situación en el frente de la pobreza, el hecho de proporcionar servicios microfinancieros para los más débiles se inspiró inicialmente en las formas tradicionales de la financiación comunitaria, una mezcla entre las finanzas y la asistencia para el desarrollo. Hizo su aparición durante la década de los ochenta en algunas partes de África, América Latina y Asia meridional, con Bangladesh y Bolivia a la cabeza. Durante los últimos 25 años, este "instrumento" ha capturado la imaginación de organismos multilaterales y de banqueros del sector privado; su potencial para reducir la pobreza y las desigualdades es reconocido hoy en día en el mundo entero.

En Nigeria también es visible un cambio en la actitud con que los bancos se aproximan a la financiación de pequeños propietarios. Son más propensos a atender las necesidades de microfinanciación de los sectores más pobres de la comunidad. El Bankers' Committee ha decidido recientemente que el 10% de los fondos para la Inversión de Capital en Pequeñas y Medianas Industrias (SMIEIS, del inglés) se debe canalizar a través de instituciones de microfinanzas. En virtud del acuerdo, los bancos del país han acordado destinar el 10% de su beneficio anual (antes de impuestos), para inversión de capital en las pequeñas y medianas industrias. A finales de junio de 2004, más 24.000

millones de nairas (129 millones de euros) han sido apartados en el marco del régimen de SMIES y 10.000 millones (54 millones de euros) han sido invertidos. Además de proporcionar grandes canti-dades de dinero para inversiones a medio y largo plazo, el régimen parece tener el potencial de cambiar positivamente la estructura de la industria de las microfinanzas en Nigeria (CBN, 2004). A pesar de que Nigeria ha establecido una serie de instituciones financieras de desarrollo para ayudar al crecimiento industrial del país, el rendimiento de estas instituciones no ha sido muy satisfactorio en los últimos años. Esto ha causado, probablemente, la proliferación de arreglos informales alternativos, especialmente en el área de las microfinanzas. Estos acuerdos funcionan bajo diferentes nombres: esusu entre los Yarudas del oeste de Nigeria; etoto para los Igbos en el este, y adashi en el norte para los Hasuas (CBN 2000)iii. Sistemas informales de microfinanzas

que se han organizado a nivel tribal, donde los grupos trabajan juntos por el beneficio mutuo de sus miembros. Asociaciones informales que ofrecen servicios tradicionales de financiación de diversas formas se encuentran en todas las comunidades rurales de Nigeria (UTO et al. 2003). También operan en las zonas urbanas. Los grupos suelen proporcionar servicios de ahorro y crédito a sus miembros. Las instituciones no-tradicionales operan junto a las informales. Sin embargo, no existen datos válidos para evaluar la magnitud de un sector o del otro.

Los retos

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para el desarrollo. Sin embargo, la simplificación del sistema plantea no pocos problemas. Algunos de los principales desafíos son los siguientes:

1. Los tipos de interés. Los tipos de interés en las instituciones de microfinanciación son mucho más altos que los de los bancos convencionales. Los de estos últimos pueden variar entre el 19'5 y el 21'6 por ciento. Las instituciones de microfinanciación suman además entre un 32 y un 48 por ciento (Anyanwu 2004)iv. Los prestamistas locales del

sector informal cobran más del 100% por los anticipos. Algunos de los prestatarios, cuando fueron entrevistados, se quejaron de que los intereses son demasiado elevados.v Dos deducciones pueden

extraerse. En primer lugar, el hecho de que la gente esté dispuesta a pedir prestado dinero a esos exorbitantes niveles de interés, indica cuan laboriosos y productivos son, a pesar de no tener acceso a las instituciones financieras formales dada su incapacidad para ofrecer garantías. En segundo lugar, el objetivo de las microfinanzas de luchar contra la pobreza podría llegar a ser fallido dado que los prestatarios tienen que pagar no menos del doble de lo que piden prestado. Son incapaces de generar y acumular ingresos que produzcan bienes, y así permanecen pobres.

2. Disparidad en la distribución de la renta y la riqueza. El sistema convencional de micro financiación en Nigeria tiende a agravar las desigualdades en la distribución de la renta y la riqueza. En parte, esto se debe a los muy bajos tipos de interés - 4'5% y 6% anual - que reciben los clientes, tanto en los depósitos de ahorro voluntarios como obligatorios.vi Por otra parte, las actuales

instituciones de microfinanzas en Nigeria tienden a dar crédito a las actividades basadas en el comercio, en detrimento de las relacionadas con la agricultura,

que es la fuente de ingresos y sustento para la mayoría de los nigerianos pobres. Un estudio realizado por el Banco Central de Nigeria (CBN, del inglés) en las diez principales instituciones de microfinanzas, reveló que la concesión de préstamos se destina al sector comercial debido a su rápido volumen de negocios y a los altos rendimientos. Este sector, de promedio, obtiene el 78'4% del total de anticipos. La parte correspondiente para la agricultura de subsistencia de los pobres era sólo del 14'1%. Sólo el 3'5% se destina a la manufactura y nada a la vivienda y al consumo. (Folake, 2005)

3. Alcanzar a los pobres. Según el mismo informe del CBN, la clientela potencial inalcanzable de las microfinanzas llega a los 40 millones. (CBN, 2004) Las instituciones de microfinanzas en Nigeria no han sido capaces de salvar la brecha de servicios en relación con el crédito, el ahorro y otros servicios financieros que son requeridos por los microempresarios. El mercado potencial de más de 80 millones de personas (65% de la población activa nigeriana) sigue intacto. En 2005, la proporción de los microcréditos como porcentaje del total de créditos fue de 0'9%, mientras que contribuyó en un escaso 0'2% al PIB. (Bamisile, 2006).

4. Los desequilibrios regionales. Las instituciones de microfinanciación dominantes se concentran en el sur y la parte oriental del país, en detrimento de la mayoría pobre en el norte, que es predomi-nantemente musulmana. De los 36 estados de Nigeria, 19 estados están en la parte septentrional y en la mayoría de ellos se aplica la ley islámica desde que fuera introducida por primera vez en Zamfara, en 1999.vii La incidencia de la pobreza en las tres

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números llevaron a Soludo (2007) a concluir que "los muy altos niveles de pobreza, son un fenómeno esencialmente del norte".viii

De acuerdo con el Gobernador del CBN, en la nueva política en materia de microfinanciación se hace hincapié en las pequeñas y medianas empresas. Nació de la confirmación de que el país no podía ir muy lejos en la generación de empleo y el alivio de la pobreza sin que este tipo de empresas tuvieran su lugar de honor en la economía nacional. Admitió que la política microfinanciera, que evolucionó como resultado de la percepción de la necesidad de financiación de las empresas que no tienen acceso a los fondos bancarios, sólo beneficiará el 35% de la población del país, particularmente los pequeños y microempresarios, debido al reparto desigual de las instituciones de microfinanzas a través de los estados. (Soludo, 2008).ix

El espacio para las microfinanzas islámicas en Nigeria

La microfinanciación islámica ha hecho su aparición en una serie de países y va ganando terreno y velocidad. Los ejemplos más claros provienen de Sudán, Yemen y Malasia. A la luz de la experiencia y el éxito obtenido, se puede considerar que Nigeria ofrece un terreno fértil para su introducción y crecimiento. Algunos de los principales argumentos a favor son los siguientes:

- La pobreza es rampante y las desigualdades económicas son marcadas. El país necesita arreglos institucionales para apoyar este vasto sector, tanto por razones económicas como por razones políticas. Los bancos convencionales no están dispuestos a satisfacer las necesidades financieras de pequeños empresarios, especialmente en las zonas rurales. Las instituciones de microfinanciación pueden llenar este vacío de manera eficaz y eficiente.

- Existe ya una tradición de microfinanciación - formal e informal - en el país; existe un apoyo gubernamental a la idea y, de hecho, está haciendo esfuerzos para promoverla.

- El más favorable de todos los factores para la introducción de las microfinanzas islámicas en Nigeria es el tamaño de la población musulmana en el país. Los 77 millones de musulmanes que hay en el país actualmente son el 55% de la población.x Se

concentran, además, en las zonas septentrionales y constituyen la principal masa de población muy pobre. Por lo tanto, existe un gran potencial para los servicios financieros islámicos en esa región. Un factor añadido es su profundo compromiso con la promoción de normas religiosas (Kano en 1973 y 1980), por lo que verían con mucho agrado la financiación libre de intereses. Los esfuerzos para conseguir un alivio de la pobreza ni pueden ser eficaces ni tienen los efectos deseados a menos que se consiga llegar a la mayoría de los pobres; la microfinanciación islámica puede ser el instrumento adecuado (Abideen, 2006).xi

- Según Hasan (1988), el propósito de la actividad económica en las comunidades organizadas es maximizar el bienestar social general. Su logro requiere, junto con otras cosas, una distribución equitativa de los bienes y servicios derivados de los procesos productivos.xii Para ello, se requiere una

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que no debe permanecer concentrado en manos de unos pocos. (59:7)

Es evidente que el mercado de las microfinanzas en Nigeria es muy grande. Se estima que Nigeria tiene entre 60 y 90 millones de microempresarios, lo que hace que sea el mercado de microfinanzas más grande después de China e India. Las necesidades crediticias anuales por parte de la población pobre económicamente activa y de aquellos con bajos ingresos sería de entre 6.000 y 9.000 millones de dólares sobre la base de 100 dólares por microempresario; más de 3.000 millones de personas requieren algún tipo de microcrédito en todo el mundo. El sector de las microfinanzas en Nigeria tiene un gran potencial para generar beneficios para los posibles inversores (Soludo, 2008).xiii Con todo, el potencial en Nigeria sigue

estando, en gran parte, sin explotar (Radwan, 2008).xiv

Observaciones finales

Las microfinanzas son una poderosa herramienta de mitigación de la pobreza. Ello implica la prestación de servicios financieros destinados a los pobres y las personas de bajos ingresos cuya situación económica les excluye de los beneficios de los sistemas financieros formales. Con el acceso a servicios tales como crédito, capital de riesgo, ahorro, seguros y envío de remesas, proporcionados en una escala 'micro' se permite la participación de las personas con muy escasos recursos económicos. La prestación de servicios financieros a los pobres contribuye a aumentar los ingresos de los hogares y la seguridad económica, formar patrimonio y reducir la vulnerabilidad; crea una demanda de otros bienes y servicios (en especial, la alimentación, la educación y la atención de la salud) y estimula las economías locales.

Cerca del 70 por ciento de la población de Nigeria vive por debajo del umbral de pobreza. Una serie de organizaciones gubernamentales y no gubernamen-tales han sido implantadas en las últimas tres décadas para eliminar la pobreza. Sin embargo han tenido un impacto limitado en el alivio de la pobreza en el país. La microfinanciación llega en la actualidad en Nigeria a menos de 1 millón de personas, de un total de 40 millones de potenciales clientes. Además, las instituciones microfinancieras representan, apenas, el 0'2 por ciento del PIB y menos del uno por ciento del total de crédito de la economía. Una respuesta mal adecuada a la situación acentuará aún más la pobreza y frenará el crecimiento. Son necesarios, tanto la extensión de los servicios microfinancieros, como la reforma del actual sistema. Esta investigación encontró que las instituciones de microfinanciación cobran un alto tipo de interés (tan alto como el 100%) y pagan tasas de interés muy bajas para el ahorro (tan bajas como un 5%), lo cual agrava la actual distribución desigual de la riqueza y los ingresos en el país.

La población musulmana, que constituye la mayoría de la población, rechaza en su mayoría las microfinanzas convencionales, puesto que no encajan en absoluto con sus creencias religiosas. Por esa razón, el alcance del actual sistema es muy bajo, lo cual deja sumidos en la pobreza a los musulmanes más pobres. Esto podría causar el fracaso del proyecto del gobierno para combatir la pobreza en el país, a pesar de la disponibilidad de instituciones microfinancieras. Parece obvio que la microfinan-ciación islámica puede servir como la mejor alternativa y, por lo tanto, tiene un gran potencial para florecer en el país.

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manos de una diversa gama de personas que están actualmente excluidos". Hacer de esta visión una realidad implica derribar los muros, reales e imagi-narios que en la actualidad separan las microfinanzas del mucho más amplio mundo de los sistemas financieros. En el contexto de las sociedades musul-manas, la construcción inclusiva (y comprehensiva) de sistemas financieros pasa por la integración de las microfinanzas con las finanzas islámicas. El modelo de microfinanzas de Muhammad Yunus, que puede haber cambiado Bangladesh, no es aplicable puesto que se basa en el interés. Incluso se podría llegar a decir que el hecho de que Occidente le condecorara se debe en parte a su demostración que un sistema basado en el cobro de intereses puede ayudar a mejorar la pobreza, lo cual tumba implícitamente la llamada de la banca islámica para la abolición de los tipos de interés.

Referencias bibliográficas

Anyanwu, C. M. (2004) Microfinance Institutions in Nigeria: Policy, Practice and Potentials, ensayo presentado en el G24 Workshop sobre “Constraints to Growth in Sub Saharan Africa”, en Pretoria, Suráfrica, por el Vice-Director del Banco Central de Nigeria, los días 29 y 30 de noviembre de 2004

Bamisile, A. Sesan (2006) “Developing a

Long -Term Sustainable Microfinance Sector In

Nigeria”: The Way Forward, Washington DC, EEUU,

23 – 27 octubre, 2006

Segrado, Chiara (2005) Islamic

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Folake, Abimbola, F. (2005) Microfinance as a Policy Tool for Poverty Alleviation: A Study of the Performance of Ten microfinance Institutions in Nigeria, Morgan State University

Hasan, Zubair (1988) Distributional Equity in Islam in Distributive justice and need fulfilment in

an Islamic economy, editado por Munawar Iqbal,

(1988) Islamabad: International Institute if Islamic Economics

Obiyo C. Ofurum And Chinyere I. (2007) Islamic Financing/Banking In The Nigerian Economy: Is It Workable? A Review Of Related Issues And Prospects, First National Conference on Islamic Finance, University Darul Iman, Terengganu, Malasia

Soludo, Chukwuma C.(2008) “Framework For Public Private Partnership In Micro financing In

Nigeria” Being A Keynote Address By The

Governor Of The Central Bank Of Nigeria At The International Microfinance Conference And Annual Microfinance/Entrepreneurship Awards, Abuja, Nigeria, 17 – 18 enero

Soludo, Chukwuma A. (2007) “Nigerian Economy: Can We Achieve The Vision 2020? Governor, Central Bank of Nigeria 8th January, 2007

PNUD, “Development of a sustainable pro-poor financial sector Phase II MicroStart Nigeria”

www.uncdf.org. visitado el 12/01/2008

UNCDF, “Basic Facts About Microfinance”,

United Nations Capital Development Fund, New York, NY, EEUU,

http://www.uncdf.org/english/microfinance/facts.ph p

Yunus, Muhammad, “Expanding Microcredit Outreach to Reach: The Millennium Development Goal - Some Issues for Attention”, Palli Karma-Sahayak Foundation, Dhaka, Bangladesh, 2003

iEste breve documento se basa libremente en un trabajo de

investigación de Aliyu Diharo Mohammad llevado a cabo bajo la supervisión del autor, en cumplimiento parcial con su maestría de grado en Economía del Departamento de Economía en la Universidad Islámica Internacional, Malasia (IIUM), Kuala Lumpur. La versión completa será publicada bajo nuestros nombres en un próximo número de la Revista de Economía Islámica, Reino Unido.

ii "Microfinanciación" es la prestación de servicios financieros a los

pobres y a las personas de bajos ingresos, que están sin acceso a las instituciones financieras formales (Conroy, 2003). También es descrito como la banca para los pobres. Los programas de microfinanciación proporcionan ahorros, préstamos y otros servicios financieros a los pobres y a los grupos de bajos ingresos para ayudarles a desarrollar microempresas.

iii Nigeria sigue siendo una comunidad integrada por numerosas

tribus que tienen sus propias tradiciones, actitudes y patrones de comportamiento. Aun cuando la mayoría son musulmanes, estas comunidades también siguen estando divididas en afiliaciones tribales. Los aquí mencionados (Yarudas, Igbos y Adashi) son los nombres de clan

iv Esto significa que las instituciones de microfinanciación en

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v Véase el documento del PNUD sobre "Desarrollo sostenible a

favor de los pobres del sector financiero Fase II Micro-start Nigeria». www.uncdf.org visitado el 12/01/2008

vi Íbid, la redistribución desigual existe en el sentido que las

instituciones microfinancieras representan la categoría de los ricos, mientras que sus clientes representan la categoría de los pobres. Aún sí, los primeros cobran a los segundos intereses de hasta el 100% y acaban pagando, en algunos casos, sólo el 5% de interés en lo que producen sus clientes, algo injustificable.

vii La ley islámica (shariah) era seguida de forma estricta por las

comuinidades del norte antes de la llegada del colonialismo en el siglo XIX. Después de la llegada de los europeos se redujo a una ley social. Con la llegada de la democracia, en 1999 el

gobernador de Zamfara, Alhaji Ahmad Sani Yarima, estableció un comité para que estudiara la constitución nigeriana y observara la posibilidad de introducir el sistema legal islámico, que cubre todos los aspectos de la vida de un musulmán, incluidos los negocios. El comité redactó un informe que concluyó que era posible aplicar la shariah en cualquier estado que lo deseara.

viii Nigerian Economy: Can We Achieve The Vision 2020? de

Chukwuma C. Soludo, gobernador del Banco Central de Nigeria, 8 enero 2007

ixhttp://allafrica.com/stories/accessed on 27/1/2008

x Véase www.islamonline.net/english/news/2005. En el censo del

2006 no se incluyó en el cuestionario una pregunta acerca de la religión, puesto que se consideró que podría ser políticamente sensible. Los datos sí que revelan que el 53’4% de los nigerianos

viven en el norte del país, que es eminentemente musulmán. (Véase, African Economic Outlook 2007)

xi La misma conclusión a la que llegan Obiyo y Chinyere (2007) xii Véase Hasan 1998 “Distributional Equity in Islam” en

Distributive Justice and Need fulfilment in Islam, editado por Iqbal, Munawar

xiii Véase “Framework For Public Private Partnership In Micro

financing In Nigeria” de Chukwuma C. Soludo en la Conferencia Internacional de Microfinanzas y en el Annual

Microfinance/Entrepreneurship Awards celebrado en el Sheraton Hotel And Towers, Abuja, Nigeria. 17 -18 enero 2008

xiv Economista Senior del Banco Mundial en su ensayo “The

Potentials of Public-Private Partnerships in Microfinance Delivery”,

References

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